lunes, 27 de junio de 2016

Los juguetes de Luis capitulo 4

Cap.4
Al despertar la mañana siguiente Luis esperaba encontrarse con algún símbolo de victoria, algo que le diera las esperanzas necesarias para continuar, pero nada. Se quedo tirado en la cama pensando cual sería su próximo destino, su próximo movimiento para vencer a aquel mal que asolaba a su familia.

Estaba tirado en cama intentando recordar los lugares de la casa en donde podrían estar escondidos los juguetes, podía ser cualquier sitio,  o, estarían en los lugares donde solía jugar.
Casi de inmediato le vino a la cabeza el despacho de su padre, un despecho pequeño cuyas librerías estaban llenas de libros complicados de derecho y leyes, en la pared un retrato del dentro de un marco de oro con muchas decoraciones colgado encima de una chimenea, en el centro de la habitación una mesa llena de papeles y documentos importantes, una pluma y un tintero decoraban la esquina derecha de la mesa, a cada lado de la puerta dos armarios con las puertas de cristal cerrados con llave y dos sillones no muy cómodos.

Luis de dirigió al despacho, pero antes de abrir la puerta recordó lo cambiada que estaba la cocina y se tomo unos minutos para prepararse por si se encontraba con algo fuera de lugar. Cuando se sentía listo para abrir la puerta y encontrase con la escena más inimaginable posible se encontró con el despacho normal, sin ninguna modificación de ningún tipo. Al entrar se le cerró la puerta tras de sí de un portazo y sin preocuparse demasiado empezó a buscar por todo el suelo, la mesas, las librerías.

Luis comenzada a sentir calor algo raro en esas fechas, extrañado dirigió su mirada hacia la chimenea, estaba encendida, pero no tenía leña ni carbón ni ningún otro combustible que lo hiciera posible, la llama era de un color naranja fuerte, Luis se acercó para inspeccionarla y así descubrir porque estaba encendida, pero al acercarse no había nada que prender, menos una pequeña llave dorada, pero eso no tenía ningún sentido, pensó Luis extrañado, una llave no podía arder como mucho solo se fundiría pero, ¿Qué podía abrir esa llave? Y ¿Qué utilidad tendría?

Luis se quedo pensativo durante unos minutos, contemplando como la llave desparecía dejando tras de sí un charco de algún tipo de metal fundido. Casi al mismo instante en el cual la llave desparecía de este mundo Luis se fijo en los dos armarios cerrados y en ese momento se dio cuenta: Estaban cerrados con llave, la misma llave que acababa de desparecer.

Luis se acerco a ellos e intento abrirlos con todas sus fuerzas, pero no cedían. Luis inspección los armarios desde fuera para ver si merecía la pena el cansancio, empezando por el da la izquierda para terminar luego por el de la derecha.

El armario de la izquierda estaba lleno de libros de leyes antiguas pero solo eso, leyes que no le servían para nada, al acercarse al derecho se fijo en la parte más baja que el cristal le permitía ver, ahí estaba el soldadito revolucionario francés, pintado de tal forma que aparentaba llevar ropa desgastada y sucia de la época agitando una bandera francesa en la mano.

Luis sin pensarlo lanzó el puño contra el cristal para rescatar a su “amigo” de su prisión transparente, al hacer añicos la puerta del armario se hirió la mano, no mucho, pero si lo suficiente como para comenzar a sangrar.

Luis cogió al revolucionario y se fue corriendo a su habitación para guardarlo junto al recluta francés, en su armario.

  

miércoles, 15 de junio de 2016

Los juguetes de Luis capitulo 3

Cap 3
Tras decidirse por donde empezar, Luis se dirigió a la cocina ya que en múltiples ocasiones había encontrado objetos que ya daba por perdidos en algún cajón de allí.

Luis llegó a la puerta y se paró en seco, la puerta presentaba unos rasguños que habían quitado la pintura, vistos con perspectiva se podía leer la frase “recién remodelado”. Luis no sabia a que se  refería ya que su madre era una mujer de costumbres y nunca había querido hacer reformas en la cocina, lo que no quita que el resto de la casa no hubiese pasado por alguna reforma que otra.

Luis abrió la puerta con sumo cuidado, todo había cambiado de sitio, Luis estaba perdido no sabía que hacer ni por donde empezar a buscar, es como si todo lo que había planeado se le hubiera borrado de la mente en un solo instante, Luis se quedo mirando la nueva cocina, se mentalizo de donde estaba ahora cada cajón, cada mueble, cada silla y empezó a abrirlos como si el destino de la gente a la que mas apreciara estuviera en sus manos, cosa que así era.

Tras haber estado horas buscando dentro, encima, debajo y a los lados de todos los objetos de la cocina Luis no encontró ninguno de sus juguetes, solo encontró una nota y el guante de cocina de su madre con otra nota dentro que detallaba a la perfección los rasgos culinarios de la madre, sobre todo en la repostería. La otra nota que había encontrado decía “MIRA ARRIBA” Luis asustado y con miedo de encontrarse con el personaje que le estaba haciendo pasar por este infierno, levanto la cabeza y se asombro al descubrir un espejo de la longitud de la cocina con un gran cuadrado en el cual no había cristal.

Tras estar mirándolo haber si así se percataba de algo que se hubiera dejado en el camino el cristal empezó a agrietarse y empezaban a caerse trocitos pequeños, Luis corrió a refugiarse bajo el gran cuadrado sin cristal, al cabo de pocos segundos todo el espejo se vino abajo convertido ahora en trozos minúsculos de cristal inservible, y con los trozos de cristal algo más grande del tamaño justo como para ser un juguete, Luis lo siguió con la mirada mientras caía y al terminarse la lluvia de cristales rotos fue corriendo al mirar lo que era, su soldadito de la revolución Francesa pintado con los colores del ejército francés, que tanto le gustaba a Luis, en su espalda una nota que decía:

Uno de nueve espero que te hubiera sido tan entretenida la búsqueda como lo fue para mi el observarte, el resto no será tan fácil, ahora corre guárdalo.

Tras terminar de leer la nota Luis salió corriendo de la cocina, cerró la puerta y la volvió a abrir para comprobar si había alguien allí, pero la cocina había vuelto a su forma original los muebles estaban con a su madre le gustaban y no había un solo cristal.


Luis entro en su cuarto y puso el soldado en la zona iluminada y bajo el la nota, al rato se ilumino una zona pegada al soldado por lo cual tenía que buscar al revolucionario de la revolución francesa.

jueves, 2 de junio de 2016

Los juguetes de Luis Capitulo 2

Los juguetes de Luis

Capo 2


Luis intentó destruir la nota  con la llama de la vela, pero el papel no prendía.
Tenía un mal presentimiento, por un lado no quería jugar ya que el miedo podía con él además que no sabía si lo que esa nube le decía era cierto, por otra parte tenía la necesidad de salvar las vidas de su familia.
Como podía fiarse de que todo lo que le habían dicho era cierto o solo una broma de mal gusto, se pregunto Luis mientras se dirigía a la habitación de sus padres, la más cercana a la suya.
Luis abrió la puerta despacio y entró, dentro estaban su padre y su madre durmiendo, pero no era capaz de despertarlos. Luis se estaba empezando a preocupar seriamente, y si todo era real, y si no podía hacer que sus padres despertaran, y si nunca podría volver a verlos, se preguntaba mientras corría hasta la habitación de su hermana mayor, entro con los dedos cruzados esperando que ella pudiera ayudarlo a encontrar sus juguetes y despertar a sus padres pero ella tampoco se despertaba, Luis estaba solo.
Luis al comprobar que todo era real y que no estaba en un sueño salió de la habitación de su hermana y comenzó su búsqueda por toda la casa habitación por habitación.

miércoles, 1 de junio de 2016

Los juguetes de Luis capitulo 1

LOS JUGUETES DE LUIS

Una fría noche de invierno, la nieve caía sobre el tejado, todos dormían, menos el pequeño Luis, un niño de 15 años, cabellos claros y rostro más pálido aun, que estaba tumbado en su cama escuchando al viento danzar ente las ramas de los árboles.
Luis no podía esperar a a que saliera el sol, él quería salir a jugar ya, se levantó de la cama,  abrió su cofre y cogió un soldadito de plomo.
A los cinco minutos,  la habitación de Luis estaba rodeada de soldaditos estratégicamente colocados para el juego.
Aún era muy temprano, pero Luis ya estaba jugando en su habitación, la poca iluminación de una vela le bastaba para poder ver el despliegue de soldaditos de plomo.
Ya llevaba media hora jugando cuando escuchó el crujir de la madera del pasillo, todos estaban durmiendo y Luis le quitó importancia, ya que era normal que en una casa vieja del siglo XVIII la madera hiciera un poco de ruido con el cambio de temperatura. El grujido seguía y cada vez se escuchaba más cerca hasta que se detuvo en frente a la habitación del pequeño Luis que seguía sin hacer caso del ruido hasta que llamaron a su puerta con cierta fuerza.
Luis se levantó cogió la vela y se dirigió hacia la puerta, cuando estaba en frente a esta se abrió dejando entrar una ráfaga de aire frio, propio del mes del año, y una nube oscura que apagó la vela.. Luis quedó petrificado delante de la puerta sin saber qué hacer. Tenía miedo a estar allí solo pero aún tenía más miedo a salir corriendo.
La nube oscura empezó a inundar la habitación, Luis cerró los ojos esperando despertar de su pesadilla, pero eso era real, al abrir los ojos la niebla se había disipado y sus juguetes ya no estaban en su lugar una carta y una pintada en la pared justo encima de la puerta en la que se apreciaba la palabra JUEGA.
Luis deseoso de que la carta le otorgara mas información sobre el paradero de sus soldados volvió a encender la vela y leyó la carta que se le había aparecido.
“Hola Luis
Espero no haberte asustado demasiado, quieres encontrar tus  juguetes, pues únete a la búsqueda, tus padres y hermanos no podrán despertar hasta que los hayas encontrado todos, iras hallando pistas a lo largo de tu casa, que no se te apague la vela si quedas sin iluminación tu familia no podrá despertar.
Te espero, un próximo amigo.”